¿Retorno al voto obligatorio?

El ingreso al Senado de una reforma constitucional que busca reestablecer el voto obligatorio fue apoyado por parlamentarios de diferentes sectores políticos. ¿Fue un error la aprobación del voto voluntario? El debate se instala con miras a las próximas elecciones.

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Durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, específicamente en marzo de 2009, se promulgó la reforma constitucional que estableció el voto voluntario, es decir, que todos los ciudadanos mayores de 18 años podían sufragar o no por libre opción. No obstante, pasaron casi tres años para que en enero de 2012 –bajo la presidencia de Sebastián Piñera– finalmente se promulgara la ley que además de consagrar el voto voluntario, instauró una inscripción automática para el padrón electoral nacional.

Posteriormente a su aprobación, el nuevo sistema de voluntariedad debutó en 2012 para las municipales de ese año. Según lo cuantificado por el Servicio Electoral (Servel), en esa elección de alcaldes y concejales se registró una abstención que alcanzó casi el 60%, lo que implica que de un padrón de 13.3 millones de votantes, sólo concurrieron a las urnas un poco más de 5.4 millones de personas.

Meses después, para la ronda presidencial de 2013, el contexto de participación alcanzó niveles similares, con la votación de 5.6 millones de personas, de un padrón superior a los 13.5 millones, en consecuencia empujando la abstención a un 58%.

Las cifras entregaron material para analistas de diferentes sectores y para el debate público, que revivió hace pocos días con un nuevo elemento. El 1 de julio de este año se presentó en la Cámara Alta un proyecto de reforma constitucional que busca restablecer el voto obligatorio. Patrocinado por el senador RN Francisco Chahuán, el documento también contó con apoyo político transversal contando con las firmas de los senadores Jorge Pizarro (DC), Felipe Harboe (PPD), Alfonso de Urresti (PS) y Juan Antonio Coloma (UDI).

Según declaró a La Tercera, el senador Chahuán consideró que “hay que ir avanzando en una cultura no solamente de los derechos, sino también de los deberes, y hoy quiero hacer un mea culpa: debemos asumir que claramente fue un error haber impulsado el voto voluntario”, afirmó.

Como se puede leer en el sitio web del Senado, el Boletín N° 10.172-06 que contempla esta iniciativa consta de un artículo único, que modifica el N°15 de la Constitución. Actualmente, esa sección dice que “en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario, secreto y voluntario”. Esta nueva iniciativa sustituye la palabra “voluntario” por “obligatorio”.

 

jara_raulRaúl Jara, director de la Escuela de Liderazgo de la Universidad San Sebastián en Santiago, analizó esta iniciativa legislativa. Cientista político de profesión, Jara precisó que “es una idea muy poco acertada, que en términos generales demuestra una escasa lectura del momento social – político que estamos viviendo. Creo que reafirma la poca conexión con los votantes, pero por sobre todo con los no votantes que esperan otros métodos para sentirse atraídos de ir a las urnas, es decir, una renovación en la oferta política de las ideas, algo que esta iniciativa aleja tajantemente”.

El debate ha sido asumido por diferentes figuras políticas, que han apoyado la reinstauración del voto obligatorio. El ex Presidente Ricardo Lagos, según consigna T13.cl, es partidario de modificar la voluntariedad. “Si, absolutamente. El reponer el tema de la obligación del voto cuál es: la lógica que así como hay derechos para los ciudadanos, creo que el país tiene el derecho, a su vez, de decirle a los ciudadanos ‘dedique un minuto de su tiempo a pensar que es lo mejor para Chile y vote’. Ahora, si no quiere votar, vote en blanco”, afirmó Lagos.

 Los no votantes esperan otros métodos para sentirse atraídos de ir a las urnas, es decir, una renovación en la oferta política de las ideas.

En un contexto actual de desconfianza en la clase política, Raúl Jara, director de la Escuela de Liderazgo USS Santiago, introduce un contrapunto poco socializado a la discusión. “Hoy, que se viven cuestionamientos en variados ámbitos, cabe preguntarse la directa relación de pesos por voto. Con el precio actual de la UF, un voto equivale a cerca de $745 pesos según la norma de financiamiento público (Art. 13° Ley 19.884). Con el regreso del voto obligatorio, evidentemente el reembolso genera más rédito para los candidatos y sus campañas. Esta idea contradice implícitamente los cambios sociales del Chile actual, pero lo peor es que representa las mismas ideas y conceptos de nuestra anticuada clase política, sin disposición al cambio ni tampoco un interés en movilizar tanto emocional como racionalmente a los electores”.

 Con el regreso del voto obligatorio, evidentemente el reembolso genera más rédito para los candidatos y sus campañas.

Mientras tanto, un artículo del Diario Pulso replica un seminario realizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP), en la que diversos expertos proyectan que la abstención por voto voluntario podría superar los dos millones en la próxima elección municipal de 2016, gatillada por la crisis política, y la falta de estímulos de la clase política para evitar la participación y el ausentismo electoral.

Cristián Fuentes S.

Prensa USS

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