A sus 38 años, Alejandro Weber cuenta con una robusta experiencia profesional que lo ha llevado por el sector público y privado. Hoy, al mando de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), tendrá como foco entregar oportunidades a los estudiantes para que desarrollen sus proyectos personales y contribuyan al desarrollo del país.
Alejandro Weber nació en Santiago, pero Paillaco ocupa un lugar fundamental en su vida. Declara que esta localidad, de la que es Hijo Ilustre, sentó las bases para todos sus posteriores logros. Estudió en la Escuela Particular Subvencionada N° 95 y luego en el Liceo Municipal Rodulfo Amando Phillipi. “Éramos como ocho cursos por generación, de unos 45 alumnos cada uno. Los profesores no daban abasto, pero hacían todo por entregarnos la mejor educación posible con recursos muy limitados”, recuerda.
Siempre fue un alumno destacado y cuando salió de cuarto medio se convirtió en un orgullo para la comunidad escolar al ingresar a la Universidad Católica. “Pasar de un lugar como Paillaco a la Católica, rodeado de alumnos brillantes y la mayoría de colegios privados, me hizo aprender muchísimo y también notar las enormes desigualdades que hay en nuestro país en acceso a educación, a servicios y a oportunidades en general. Ese quiebre fue uno de los motores para después dedicarme al servicio público”, relata.
Cuando salió de cuarto medio su primera intención fue estudiar Arquitectura, por eso entró a Bachillerato, donde tuvo ramos de Economía, pero finalmente optó por Psicología, cautivado por el pensamiento crítico y los grandes filósofos de la historia. Titulado como Psicólogo Organizacional, trabajó en consultorías para el sector privado y haciendo clases en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, donde concretó su acercamiento con las materias económicas.
En 2010 entró al Gobierno, primero en el ministerio de Salud y después en el Servicio Civil. Esta área no sólo se quedaría en una gran pasión, para Weber era fundamental especializarse. Por eso junto a su familia decidieron partir a Estados Unidos, donde realizó un MBA y un Master of International Development Policy en la Universidad de Duke, una de las 20 mejores del planeta.
“Probablemente lo más valioso de estudiar en el extranjero no es aprender una determinada disciplina, sino la interacción diaria con un entorno global e intelectualmente desafiante. A eso se suma la experiencia personal de estar fuera de Chile, sin redes, con otro idioma y cultura. Duke cambió nuestras vidas y nos permitió crecer como matrimonio y como familia”, relata.
Como subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber resalta dos grandes logros. El primero, ser parte del diseño, negociación en el Congreso e implementación del IFE Universal y Laboral. “Se trata de la red de protección social más grande de la que nuestro país tenga registro. Fueron 28 mil millones de dólares que permitieron llegar a más de 900 mil pymes y 17 millones de chilenos”, comenta.
El segundo, su participación en el proyecto de Pensión Garantizada Universal, que involucró a varios ministerios y permitió crear un piso de seguridad para todos los mayores de 65 años, estén o no jubilados. “Recuerdo nítidamente la emoción cuando, en sesión de la cámara, logramos la unanimidad para, de una vez por toda, mejorar las pensiones de nuestros adultos mayores”, narra.
Al analizar el actual escenario económico de Chile, Weber reconoce señales de preocupación al enfrentar en solo dos años el estallido social, la pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania.
“Vivimos tiempos complejos y muy desafiantes. “Si bien estamos logrando una recuperación, está la gran tarea de controlar la inflación, donde los retiros de fondos de pensiones han jugado un rol importante para incrementarla. Otro gran reto será el crecimiento, el Banco Central ajustó a la baja las expectativas y si nuestra economía se estanca, afecta directamente a las familias. A esto se suma la misión institucional de elaborar una nueva Constitución, que tendrá un impacto directo en la economía”, detalla.
Al mando de la FEN sus objetivos serán fortalecer el cuerpo docente, generar conocimiento de vanguardia, acreditar los postgrados y acompañar a los estudiantes tanto en su proceso de formación integral como en la búsqueda de empleo. “Para ello, tenemos que explorar formas innovadoras y disruptivas de aprender; de vincularnos con la industria y de impactar en el debate público. La FEN debe ser parte de la construcción de una sociedad cada vez más compleja y diversa y de un mundo de los negocios cada vez más global”, declara.
Es este camino, para Weber será esencial su relación con los estudiantes. “Espero que sea cercana, porque nuestra principal preocupación es que sean grandes profesionales, íntegros y con vocación por Chile; desafiante, porque nuestra casa de estudios nos entrega una oportunidad única para pensar críticamente, debatir y aprender del otro para mejorar; y colaborativa, porque necesitamos movernos en conjunto, para cumplir nuestro proyecto educativo. Solo esta tríada nos permitirá avanzar hacia nuevos estadios de desarrollo”, finaliza.