Más allá de las salas de clases: Estudiantes de Animación Digital diseñan cómics sobre salud mental para Escuela de Puente Alto

El deterioro del estado de salud mental ha derivado a un empeoramiento en la convivencia dentro de los establecimientos escolares, una mayor dificultad en el aprendizaje y también inconvenientes en el manejo de las emociones en las aulas. Ante este escenario, estudiantes de Animación Digital y Psicología de la Universidad San Sebastián colaboraron con la Escuela Nueva Creación de Puente Alto en una iniciativa destinada a influir positivamente en los comportamientos, sentimientos e interacciones sociales de sus miembros mediante cómics.

Promover una mejora en la salud mental en estudiantes con necesidades especiales de sexto básico, mediante el desarrollo y diseño de cómics como herramientas de autoconocimiento para lidiar con los distintos problemas de regulación emocional, fue el foco de la iniciativa impulsada por la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño (FIAD) que tuvo un período de ejecución entre abril y diciembre de 2024.

El proyecto que fue liderado por Sebastián Bisbal, académico FIAD y articulado mediante el Programa Territorial Hito “Más Ciudadanos Conectados” de Vinculación con el Medio (VcM), surge dentro del contexto de mejorar el bienestar socioemocional de las y los estudiantes escolares a través de la generación de contenido que ayude de guía mediante el cómic. Éste último y el manga (cómic japonés) ha tenido un importante crecimiento en Chile considerando que en 2021 las ventas de mangas aumentaron en un 600% en plataformas como “Mercado Libre”. Así, teniendo en cuenta su popularidad y aceptación, este formato se transforma en un excelente vehículo para apoyar a los estudiantes en edad escolar para mejorar el manejo de emociones.

El cómic como herramienta 

Entendiendo que los establecimientos educacionales necesitan aplicar medidas para revertir situaciones que viven las comunidades escolares, se pueden utilizar intervenciones de áreas no tradicionales para resolver ciertas problemáticas e influir positivamente en los comportamientos, sentimientos e interacciones sociales de sus miembros. ‘‘Siempre está la concepción de que las industrias creativas son para el ocio, pero también son herramientas para poder solucionar dificultades del mundo social o de comunidades, en este caso, la regulación emocional en las aulas de clases’’, destacó Bisbal.

A su vez, considerando que en la literatura hay muy poco sobre educación socioemocional para estudiantes que poseen necesidades educativas especiales, es un gran desafío contar con materiales y aplicar técnicas de aprendizaje que sean efectivas.

Para Camila Silva, psicóloga educacional de la Escuela Nueva Creación de Puente Alto la falta de herramientas requiere que ‘‘muchas veces improvisemos en el camino y tengamos que modificar materiales y recursos para que nuestros estudiantes los puedan ir integrando diariamente de una manera funcional (…) estos cómics vienen a cubrir esta necesidad, de forma lúdica, desde la lectura, que es algo que también fomentamos y que puedan aprender efectivamente qué emociones son las que tienen, cómo las identifican y cómo las expresan’’.

Aplicación de un trabajo multidisciplinario 

Este proyecto contó con la participación de estudiantes de primer año de Animación Digital y Michelle Ramírez y Joaquín Saint-Jean de quinto año de Psicología, que junto a Carol Bazignan, académica de Vinculación con el Medio de la Facultad de Psicología y Humanidades USS realizaron un diagnóstico, planificación e intervención en la Escuela Nueva Creación, junto con entregar los insumos teóricos, temáticos y definición del perfil de público objetivo para la realización de los cómics. Historias, bocetos y viñetas que fueron presentadas ante representantes de la Fundación ACEN, organización enfocada en favorecer el conocimiento, prevención y tratamiento de enfermedades neuropsiquiátricas y autoridades de este establecimiento educacional de la comuna de Puente Alto.

‘‘Escogimos el caso de Pedro que es un niño con problemas para manejar sus emociones y nos dividimos las tareas para desarrollar este cómic. Me encargué del line art y los otros integrantes se enfocaron en los bocetos y en pintarlo (…) fue una experiencia muy enriquecedora y un gran desafío. Se sintió como un trabajo real en la industria, lo repetiría de todas maneras y el hecho que nuestro cómic tenga un impacto directo también le da un valor añadido a este trabajo’’, comentó Matías Pacheco, estudiante de primer año de Animación Digital.

Finalmente, Sebastián Bisbal destacó que este tipo de iniciativas se puedan replicar en otras instituciones educacionales. ‘‘Proyectos de este tipo son completamente escalables y no solo en colegios con necesidades especiales, porque estamos en una sociedad donde la inclusión se asume como un valor social’’.

WhatsApp