Proyecto USS promueve el autocuidado en la educación inicial
Proyecto de Vinculación con el Medio de la Universidad San Sebastián, sede Concepción, aborda el autocuidado, estrategias de regulación emocional y aspectos jurídicos de inclusión, beneficiando a 50 trabajadoras que atienden a cerca de 300 niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
El Proyecto Colaborativo de Vinculación con el Medio (VcM) Cuidando a las que cuidan: una estrategia psicoeducativa para fortalecer la educación inicial en salas cuna y jardines infantiles del Hogar de Cristo, que ejecuta la Universidad San Sebastián, sede Concepción, se desarrolla en 4 jardines infantiles del Hogar de Cristo ubicados en Concepción, Tomé y Curanilahue, que atienden a niños y niñas de entornos vulnerables.
Estos centros enfrentan desafíos significativos relacionados con la atención de niños y niñas con diagnóstico y/o sintomatología asociada a neurodiversidad y desregulación conductual, provenientes de ambientes familiares multiestresados y, a la vez, demandantes, lo que deriva en que educadoras y técnicos en párvulos experimenten un elevado desgaste en su salud mental, provocando una alta rotación de personal y, en consecuencia, impactando en la atención de niños y niñas.
Como explica la académica de la carrera de Trabajo Social, Jessica Díaz, líder de la iniciativa, el proyecto aborda tres enfoques: “bienestar y autocuidado, a cargo de estudiantes de Trabajo Social, Enfermería y Psicología, quienes brindan herramientas prácticas para mejorar la salud mental y el bienestar de las cuidadoras; inclusión y derechos, bajo la responsabilidad de estudiantes de Derecho, quienes ofrecen asesoramiento sobre aspectos jurídicos relacionados con la inclusión de niños con necesidades especiales; y el enfoque de regulación emocional, desarrollado por estudiantes de Terapia Ocupacional, quienes proveen estrategias específicas para manejar conductas desafiantes y promover un ambiente emocionalmente regulado en las aulas”.
El proyecto, que tributa al Programa Territorial Hito de VcM Más Comunidad, se desarrolla con la colaboración del Hogar de Cristo y beneficiará a 50 trabajadoras de estos jardines, quienes atienden a aproximadamente 300 niños y niñas. Daniela Sánchez, jefa de Operación Social Territorial del Gran Concepción, del Hogar de Cristo, explica que este proyecto “nos permite seguir trabajando por la superación de la pobreza, con herramientas innovadoras centradas en el cuidado de los equipos educativos, lo que es esencial en nuestra misión de brindar una educación de calidad”.
De igual forma, la iniciativa contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, específicamente al Objetivo 1 de erradicar la pobreza y al Objetivo 3 de promover la salud y el bienestar, mediante el fortalecimiento de la educación inicial desde un enfoque inclusivo y respetuoso.
Como en todos los proyectos VcM, la participación de los estudiantes es fundamental, por la valiosa instancia de aprendizaje significativo que representan, tanto desde el desarrollo de habilidades socioemocionales como en la comprensión de la importancia del trabajo interdisciplinario en entornos vulnerables. Así, Alejandra Ortiz, estudiante de Enfermería desarrolló actividades educativas sobre el autocuidado como factor protector frente al estrés, “una problemática muy presente entre las trabajadoras del Hogar de Cristo y fue sorprendente descubrir que muchas de ellas no tenían sus controles de salud al día y presentaban un alto nivel de agotamiento. El taller tuvo muy buena recepción, y se mostró gran interés en aplicar las herramientas entregadas”.
Por su parte, para Victoria Lazo, estudiante de Psicología, la convivencia en los espacios educativos estuvo directamente relacionada con el bienestar y el autocuidado, “por eso enfocamos nuestra intervención en este tema y esto permitió una participación activa, generando un ambiente de aprendizaje mutuo y cumpliendo con los objetivos de la sesión”, mientras que para Amarilis Vidal, de Trabajo Social “fue una experiencia enriquecedora, especialmente por la cercanía con lo que será la vida laboral. La colaboración entre profesores, trabajadores sociales y el Hogar de Cristo mostró un gran compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas. Las educadoras y asistentes de párvulos enfrentan un desgaste emocional mayor al involucrarse con las familias, y me encantó poder entregarles herramientas para enfrentar el estrés en su día a día“.