Centinela I: formación náutica que transforma vidas

Durante once días el Centinela I de la Universidad San Sebastián navegó las aguas de la Patagonia norte en la que una tripulación de diez estudiantes y tres académicos enfrentaron desafíos reales de navegación, tomando decisiones claves para maniobrar una embarcación que fortalece su experiencia. 

 

Desde el año pasado, la Universidad San Sebastián ha dado un salto diferenciador con la incorporación de Centinela I, el yate escuela de la institución que se ha convertido en un aula flotante al servicio de académicos y estudiantes que han podido vivir experiencias formativas.

Hoy por hoy, la embarcación acaba de recalar en la bahía de Puerto Montt, luego de un zarpe que llevó a estudiantes de la carrera de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo a explorar los fiordos de la Patagonia, en una travesía de formación que los desafió a tomar decisiones en escenarios reales de navegación.

Liderados por la capitana Millaray Briceño -quien acumula más de 20 mil millas náuticas recorridas alrededor del mundo- y bajo la experta supervisión de dos académicos, los estudiantes recorrieron el norte del Archipiélago de Chiloé, gestionando aspectos claves de la navegación, “pasando por diferentes escenarios y experiencias que resultan fundamentales para su formación profesional”, dice la capitana al mando.

De las aulas a los fiordos

El curso corresponde al primer semestre del último año de estudios de la carrera, bajo la especialidad de Gestión de Expediciones y Actividades en Ambientes Acuáticos. Para Ignacio Alarcón, esta travesía representa el cierre de un largo camino de aprendizaje. “Mis expectativas son muy altas. Durante la carrera hemos aprendido todo lo necesario para enfrentar éste tipo de expediciones, pero estar aquí, en los fiordos patagónicos, lo cambia todo. Es un sueño hecho realidad“, enfatiza.

Su compañera Génesis González, resalta la oportunidad de poner en práctica lo aprendido y el valor de los profesores que los acompañan en la travesía, “Tenemos profesores con una gran trayectoria, y esta es la instancia perfecta para aplicar todo lo que hemos aprendido, además de disfrutar de la majestuosidad de los paisajes de Chiloé”, sostiene.

Una herramienta de aprendizaje

En la tercera expedición que realiza el curso de navegación a vela, el icónico yate escuela continuará navegando en línea con sus objetivos: acceder a territorios complejos y de difícil acceso o llegar a zonas remotas, robusteciendo la formación universitaria, destaca el director de la Escuela de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo, Eduardo Katz. “Nuestros estudiantes no sólo aprenden a navegar, sino que también desarrollan competencias en logística, manejo de emergencias y trabajo en equipo, aspectos claves para futuros profesionales del ecoturismo”.

Para el académico, “lo más importante es que viven (los estudiantes) una experiencia pedagógica inmersiva de diez a doce días en un entorno controlado, que se suma a otra salidas a terreno donde los capacitamos para enfrentar situaciones complejas, donde cada uno de ellos tiene un rol y un objetivo específico, coordinándose además en la gestión de la seguridad y la dinámica interpersonal”, puntualiza.

Katz agrega que “esto crea un perfil de egreso con las competencias necesarias para manejar situaciones desafiantes en entornos naturales, lo que sin duda les otorga un plus al momento de ingresar al mercado laboral”.

De esta manera, Centinela I representa mucho más que una embarcación; es un símbolo de la innovación y el compromiso de la Universidad San Sebastián con la formación de profesionales de excelencia. Al ofrecer una experiencia de aprendizaje única y desafiante, no sólo se enriquece la formación académica, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar los retos del futuro con mayor confianza y capacidad.

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