Cerefas: Compromiso activo con la conservación de la fauna silvestre

Los Centros de Rehabilitación de Fauna Silvestre (Cerefas) están presentes en las sedes de Concepción y De la Patagonia. Ambos poseen áreas de rehabilitación de aves, fauna terrestre y marina. Se estima que, desde sus aperturas, en 2002 y 2014 respectivamente, han rehabilitado a más de 3 mil ejemplares.

Especies como zorros, pingüinos, güiñas y lobos marinos pudieron reinsertarse en su hábitat natural gracias a los Centros de Rehabilitación de Fauna Silvestre (Cerefas) de la Universidad San Sebastián, ubicados en sus sedes de Concepción y De la Patagonia (Puerto Montt). Por medio del trabajo conjunto con el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), reciben animales que han sufrido lesiones, enfermedades o han quedado huérfanos.  El objetivo: planificar y liderar su recuperación para reinsertarlos en su hábitat natural.

“Además del vital aporte en materia de conservación de la vida silvestre, la labor que se realiza en los Cerefas es fundamental para la formación de los estudiantes de Medicina Veterinaria. Con el apoyo de los docentes de la carrera, ponen en práctica lo aprendido en la sala de clases y, a su vez, se vinculan con instituciones clave en materia de conservación”, comenta José Luis Riveros, director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la USS.

 Más de 3 mil animales rehabilitados

El Cerefas de sede Concepción fue el primero en entrar en funcionamiento, en 2002. En promedio recibe 280 animales al año y, solo en los últimos dos, logró la liberación de más de 30 especies cada semestre. En el caso de la sede De la Patagonia, abrió en 2014, es el único Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Región de Los Lagos y, en promedio, recibe 130 animales al año. Se estima que, a la fecha, en ambos se han rehabilitado más de 3 mil animales.

Una cifra altamente satisfactoria si se considera la complejidad de este proceso. La médico veterinaria Cinthia Bustamante, encargada del Cerefas de la sede de la Patagonia, explica que “cuando un animal ingresa se le realizan exámenes físicos, radiografías y análisis de laboratorio. Con esto diseñamos un plan de tratamiento personalizado para cada caso, el que puede incluir desde curaciones de heridas y administración de medicamentos hasta terapias físicas y de comportamiento”.

Fabián Hernández, encargado de Cerefas Concepción, detalla que “recibimos variadas especies, como pingüinos de Humboldt y de Magallanes; aves costeras como gaviotas, pelícanos y cormoranes. Recibimos mamíferos como pudús, zorros, quiques y monitos del monte. Y, por supuesto, variadas aves rapaces diurnas y nocturnas aguiluchos, lechuzas, tucúqueres, chunchos, peucos y tiuques. Además, somos un punto de paso y evaluación para tortugas marinas”.

Para dar atención a esta variedad de animales, los centros poseen áreas de rehabilitación de aves, acondicionadas para realizar vuelos extensos para que recuperen fuerza muscular. A esto se suman sectores destinados a la fauna marina, con piscinas para favorecer el nado. Cinthia agrega que “los animales silvestres son aquellos que no están en contacto con humanos y dependen 100% de su hábitat para sobrevivir. Por este motivo, durante su estadía procuramos que los animales tengan un contacto mínimo con personas y ninguna relación con animales domésticos. De esta forma los ayudamos a recuperar sus instintos naturales”.

 Importancia del conocimiento y cuidado de los ecosistemas

Cinthia Bustamante, detalla que la principal causa de ingreso son especies atacadas por perros o gatos. “Esto muestra las falencias en cuanto a tenencia responsable de mascotas, dejar perros o gatos libres en donde hay presencia de fauna silvestre es un riesgo alto. Especies como el pudú son animales presa y ante un ataque no se defienden. El daño con el que ingresan es alto y un bajo porcentaje sobrevive”.

Otra de las causas de ingreso son atropellos en carretera, lo que la especialista indica puede atribuirse a la fragmentación del hábitat de estas especies. En ambientes marinos es común que pingüinos sufran lesiones al chocar con hélices de embarcaciones o quedar atrapadas en redes de pesca.

La médico veterinaria, titulada de la USS, además resalta otro aspecto preocupante, la tenencia ilegal de mascotas. “Han llegado ejemplares como loros o pudúes con déficit nutricional, lo que no pasa con un animal libre. Lo que podemos ver es que en la mayoría de los casos el daño que sufren las especies es por la intervención humana. Por eso inculcamos a los estudiantes que la fauna nos pertenece a todos, cada uno de nosotros forma parte de un ecosistema interconectado y frágil. Cada animal que vuelve a su hábitat natural es un pequeño triunfo en la lucha por la conservación del patrimonio natural del equilibrio biológico”.

Aporte en la formación 

Los estudiantes de Medicina Veterinaria comienzan a involucrarse con los Cerefas en el segundo año de carrera, a través de pasantías, en las que realizan tareas como alimentación y reparación de jaulas. La complejidad de estas labores va aumentando hasta el quinto año, cuando en estos centros ponen en práctica conocimientos de asignaturas como clínica de animales exóticos y silvestres.

Cinthia Bustamante explica que “además de poder conocer a nuestras especies y poner en práctica lo aprendido en las salas de clases, pasar por estos centros abre a los estudiantes un amplio abanico sobre las posibilidades que tienen de especialización. Incluso hemos recibido estudiantes en práctica de otras universidades y zonas del país. Esto ha sido una experiencia muy especial, ya que muchos de ellos tienen la oportunidad de conocer especies que no están presentes en sus ciudades de procedencia”.

Felipe Oyarzún, estudiante de quinto año de Medicina Veterinaria de la sede Concepción, comenta que “la experiencia es muy positiva, porque el manejo de fauna silvestre es muy distinto a otras áreas de la Medicina Veterinaria y aquí podemos aprenderlo. También valoro que, gracias a nuestra ubicación geográfica, trabajamos con una variada fauna marina. En estos años he podido trabajar con lobos marinos, pingüinos, gaviotas y pelícanos. Es una oportunidad única”.

Dentro de lo vivido en sus años de carrera, Felipe recuerda de manera muy especial el ingreso de un delfín que varó en Penco, en 2020. “En Chile los casos de delfines que ingresan vivos a centros de rehabilitación son escasos y ser parte del equipo a cargo de su recuperación fue inigualable. Hoy me dedico a la investigación y medicina de cetáceos. El conocimiento adquirido en Cerefas me convirtió en un profesional muy competitivo”, finaliza.

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