CEREFAS USS: Un espacio de esperanza para la vida de la fauna silvestre

En las sedes de Concepción y De la Patagonia, la Universidad San Sebastián alberga dos espacios únicos dedicados a la conservación de la biodiversidad chilena: los Centros de Rehabilitación de Fauna Silvestre (CEREFAS). Estos centros ofrecen nuevas oportunidades a animales que han sufrido lesiones, enfermedades o han quedado huérfanos.

Con acupuntura, fisioterapia y medicación especializada, un ejemplar de Huairavo – ave que también es conocida como la Garza Bruja – se recupera en las instalaciones del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad San Sebastián en Puerto Montt. Este mismo espacio también está presente en la sede Concepción, donde el trabajo dedicado de estudiantes y académicos de la carrera de Medicina Veterinaria permite su rehabilitación y eventual reinserción en su hábitat natural.

“Nuestros centros no sólo cumplen un rol clave en la rehabilitación de animales que por distintos motivos han sufrido algún daño, sino que también son parte fundamental de la educación que se les brinda a nuestros estudiantes de Medicina Veterinaria. El trabajo que realizan, con el apoyo profesional de nuestros docentes, les permite aplicar en la práctica lo aprendido en la sala de clases, logrando además un gran impacto en los ecosistemas locales con la reinserción de especies a su hábitat natural. Además, son un ejemplo del trabajo colaborativo entre la academia y el mundo público, pues trabajamos de la mano con diferentes instituciones”, detalló María Emilia Undurraga, decana de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza.

Un proceso de rehabilitación meticuloso

Las alianzas que la Universidad ha establecido con instituciones como Sernapesca, SAG y Conaf, han permitido la derivación de diferentes animales a las instalaciones del Cerefas. Ataques de perros asilvestrados, trauma, envenenamiento por plomo, electrocución e impactos por alcance con vehículos motorizados, son factores que se repiten en la atención que recibe la fauna silvestre.

El camino hacia la recuperación de un animal silvestre es complejo y meticuloso. Tras una evaluación inicial, que incluye exámenes físicos, radiografías y análisis de laboratorio, se diseña un plan de tratamiento personalizado para cada caso. Este plan puede incluir desde curaciones de heridas y administración de medicamentos hasta terapias físicas y de comportamiento.

Durante los últimos dos años, el Cerefas ubicado en la sede Concepción, ha logrado la liberación de más de 30 especies cada semestre.

“Uno de los casos emblemáticos es el de cuatro polluelos que fueron encontrados en el estacionamiento de un colegio de Concepción y que recibieron atención desde su semana de nacidos hasta su liberación. Fue una experiencia reconfortante para todos los estudiantes que participaron en las distintas etapas de su rehabilitación, aplicando el conocimiento teórico y aprendiendo sobre alimentación, enriquecimiento ambiental, manejo, examinación y exámenes complementarios como radiografías y exámenes de sangre, todo para un buen desarrollo y posterior reinserción de los animales”, expresó Fabián Hernández, profesional a cargo del Cerefas en Concepción.

En el caso de Puerto Montt, el año pasado, más de un centenar de animales recibieron atención en las dependencias del Cerefas. En lo que va del año, más de cuarenta.

Un compromiso con la reinserción

El objetivo final del recinto que se ha convertido en un faro de esperanza animal, no es solo recuperación y rehabilitación, sino también reinsertarlos en su hábitat natural. Para ello, se evalúa cuidadosamente cada caso, considerando factores como la gravedad de la lesión, la especie y el ecosistema al que pertenece. La reinserción exitosa requiere de un proceso de aclimatación gradual, donde los animales reciben entrenamiento para volver a valerse por sí mismos en su entorno natural.

“Cada animal que regresa a su hábitat natural representa un pequeño triunfo en la lucha por la conservación de nuestro patrimonio natural. Nuestra labor nos recuerda la conexión profunda que existe entre el ser humano y la naturaleza. Por eso es importante también reconocer que todos formamos parte de un ecosistema interconectado y frágil”, subrayó Cinthia Bustamante, médico veterinaria encargada del Cerefas en la sede De la Patagonia.

Finalmente, cabe destacar que refugios de esta naturaleza juegan un papel fundamental en la educación ambiental y la investigación científica, pues detrás de toda la atención otorgada, existe un mensaje que busca sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de la conservación de la fauna silvestre y su rol en el equilibrio biológico.

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