Con la prolongación de la pandemia, los niños han aumentado el tiempo de exposición a pantallas. Ya sea para fines recreativos o académicos, es importante la supervisión en estos momentos para fortalecer aspectos físicos y cognitivos de su desarrollo.
Sentarse por largos periodos frente a un computador puede ser una acción tediosa, sobre todo para los niños en el contexto de las clases online. No obstante, la pandemia del coronavirus ha obligado a un importante número de ellos a permanecer en esta modalidad de estudio, razón por la que especialistas llaman a la supervisión de los padres y/o adultos responsables.
Los estándares de postura en niños son muy similares a los de los adultos, explica Gabriel Araya, kinesiólogo experto en ergonomía, académico de Kinesiología la Universidad San Sebastián. “En primer lugar, la pantalla debe estar a la altura de los ojos, para evitar inclinaciones que puedan generar molestias a nivel de cuello y hombros. También deben apoyar la zona lumbar al respaldo de la silla, que es lo recomendado para todos quienes pasamos largos periodos sentados”.
El apoyo de los pies en el suelo es fundamental, enfatiza el docente, “eso genera mejor alineación de la pelvis manteniendo una postura más adecuada, lo que permite mejorar aspectos atencionales. Sus brazos deben estar apoyados en el apoyabrazos de la silla, coincidiendo con la altura de la mesa o escritorio en la que se encuentren trabajando”.
Asimismo, y sobre todo porque en casa muchos no tienen los muebles a medida, el especialista recomienda modificar los espacios para que estos se adecúen a la morfología del niño. “Por ejemplo, si no tienes una silla chica en la casa, hay que acomodar el espacio para que se ajuste a las dimensiones de ese niño, utilizar cojines para dar con la altura del escritorio, cajas para que sus pies queden apoyados, etc. El objetivo es que ellos se sientan cómodos, y puedan participar de forma óptima de las clases”.
Respecto a la capacidad de mantener la atención de los más pequeños en medio de una clase, el kinesiólogo detalla que la capacidad atencional de un niño fluctúa entre los 5 a 8 minutos, situación que se debe considerar al momento de diseñar una clase online en un colegio. “Por ello es necesario que veamos bien los espacios donde nuestros hijos e hijas vayan a trabajar, que tengan buenas condiciones de luz y temperatura, por ejemplo. En este sentido, una de las recomendaciones que hacemos es que la modalidad de tele-estudio integre pausas y que las clases no se prolonguen por más de 40 minutos”.
Finalmente, el profesional hace un llamado a la paciencia, puesto que la pandemia aún en curso prolongará aún más esta ‘forma del ir al colegio’. “Sería muy positivo contemplar en los planes curriculares, de matemáticas y lenguaje, por ejemplo, elementos del movimiento guiado por kinesiólogos y profesores de educación física. Romper con la monotonía de una clase online será clave para la concentración de los niños y niñas, por ende, para su proceso de aprendizaje”, finaliza.