Ejemplos inspiradores que trascienden el aula para generar impactos duraderos en la sociedad

Académica de Vinculación con el Medio, Daniela Catalán, plantea que los estudiantes que participan de experiencias de VcM, desarrollan competencias altamente valoradas por los empleadores.

 

La Universidad San Sebastián, a través de Vinculación con el Medio, compromete recursos significativos para respaldar iniciativas que reconocen la importancia de contribuir al desarrollo sostenible de los territorios, demostrando a través de ejemplos inspiradores cómo la educación superior puede trascender el aula para generar un impacto duradero en la sociedad.

En este trabajo, una de las características fundamentales es la interdisciplinariedad, que enriquece la formación académica de los estudiantes al proporcionarles experiencias prácticas y una comprensión más profunda de sus respectivas disciplinas y de la importancia de la responsabilidad social. Los estudiantes no solo adquieren conocimientos teóricos, sino que también desarrollan competencias prácticas y actitudes profesionales como la capacidad de resolución de problemas, la colaboración, el aprendizaje compartido, gestión de proyectos, comunicación efectiva, trabajo en equipo y liderazgo, competencias altamente valoradas por los empleadores que diferenciarán a los graduados en un mercado laboral competitivo.

Un ejemplo muy concreto de este aprendizaje significativo lo constituye el Proyecto Colaborativo FEMLOTA, impulsado por un equipo multidisciplinario de académicos pertenecientes al Programa Territorial Hito Más Glocal, ejecutado en la Sede Concepción, y en colaboración con la Mesa Ciudadana de Patrimonio y Cultura de Lota y la Casa de la Mujer, que nació con el objetivo de contribuir al fomento productivo de Lota mediante la gestión de emprendimientos y la participación femenina en el mercado laboral.

Este programa integral fue ejecutado por estudiantes de Ingeniería Comercial, Derecho, Psicología y Trabajo Social, permitiéndoles internalizar su aprendizaje de manera significativa al contribuir a la realidad local. Las beneficiarias del proyecto fueron mujeres emprendedoras, formalizadas o no, pertenecientes a la Casa de la Mujer de Lota y a la Mesa Ciudadana de Patrimonio y Cultura, donde los estudiantes desempeñaron un rol activo e integral en la planificación y ejecución de actividades, participando en talleres que fortalecieron las habilidades ejecutivas y emprendedoras de las mujeres de Lota, además de brindar asesorías en gestión empresarial, aspectos legales, tributarios y apoyo psicológico.

El impacto en la comunidad estuvo en empoderar a las mujeres al desarrollar sus habilidades empresariales, contribuir al desarrollo económico local al generar pequeñas pero significativas mejoras en la gestión de los negocios de las beneficiarias, y fomentar el reconocimiento y conservación del patrimonio de Lota al apoyar su postulación como sitio de patrimonio mundial.

Sin duda, la participación en este programa dejará una huella imborrable en la vida de los estudiantes, quienes aprendieron fuera de las fronteras del aula, enfrentándose a desafíos reales que los prepararon para el mundo profesional. FEMLOTA no solo buscó impulsar el fomento productivo, sino también contribuir a los objetivos estratégicos regionales de equidad de género, convirtiéndose en un catalizador para el desarrollo económico con identidad local, fortaleciendo la autonomía de las mujeres en el ámbito laboral y empresarial. Al unir fuerzas con la comunidad, los estudiantes no solo aprendieron a aplicar sus conocimientos académicos, sino que también comprendieron la importancia del servicio y el compromiso social, transformándolos en ciudadanos comprometidos y profesionales preparados para enfrentar los desafíos del futuro.

En conjunto, FEMLOTA es un ejemplo de cómo la educación superior puede fortalecer las comunidades locales a través de la colaboración interdisciplinaria, la formación práctica y el empoderamiento de las mujeres emprendedoras, promoviendo así el desarrollo sostenible y la equidad de género.

Daniela Catalán Ramírez
Académica de Vinculación con el Medio
Facultad de Economía y Gobierno
Universidad San Sebastián

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