El núcleo central para el crecimiento y formación de los niños, niñas y adolescentes son sus familias, pero para quienes les toca vivir en ambientes de vulnerabilidad, las familias de acogida son un renacer de esperanza.
Cerca de 7 mil niños viven en familias de acogida en la actualidad. Estas son una instancia en la que niños, niñas y adolescentes son recibidos por familias que forman parte de este programa que coordina el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. En ellas pueden vivir un tiempo indeterminado –18 meses aproximadamente – y en algunos casos puede llegar a convertirse en su hogar definitivo.
Existen dos tipos de familias de acogida: extensas y externas. En las familias de acogida extensas hay un vínculo sanguíneo con los niños, mientras que las externas se tratan de familias sin relación con ellos que postulan al programa. El proceso consta de postulación, evaluación y capacitación. Las familias participantes reciben asesoría y acompañamiento de un equipo profesional.
Maite Cereceda, directora del Instituto de Estudios para la Familia, comenta que “la familia de acogida siendo una instancia transitoria, no es un momento de vida transitorio para el niño. En el proceso de regreso a su familia de origen o en la llegada a su familia adoptiva es una instancia de un renacer de esperanza después de haber vivido grandes vulneraciones; es un momento en que el niño o joven se da cuenta de que la familia está hecha para amar”.
El Instituto de Estudios para la Familia de la USS ha realizado varios estudios al respecto, donde propone algunas medidas para mejorar esta institucionalidad.
“Nuestro propósito es instalarnos como un referente para las familias de acogida, para brindarles apoyo a ellas y a los distintos organismos que trabajan con ellas”, dice la directora del Instituto de Estudios para la Familia.
Al respecto, comenta que en el marco del proyecto de ley de adopciones, el Instituto participó en el V Concurso de Investigación en Políticas Públicas de IPSUSS con el proyecto “De familias de acogida a familias de adopción: una exploración en el marco legal chileno”, en el que entrevistarán a familias de acogida que adoptaron a los niños a su cuidado, a profesionales y actores del área jurídica. Cereceda dice que no hay criterios claros en la legislación, por lo que se buscará aportar los resultados de estos estudios a parlamentarios, al Servicio Mejor Niñez y a la Subsecretaría de la Niñez, esperando que esto impacte en las regulaciones de las adopciones más adelante.
En la experiencia de Maite Cerceda, existe una transición que es dolorosa, dado que el niño sigue viviendo en la casa original y sigue siendo parte de su familia anterior. Entonces, el desafío de la familia de acogida es hacerlo parte del nuevo hogar. Comenta que muchos niños se portan muy bien cuando llegan a la nueva casa por miedo a ser rechazados, por lo que los cuidadores deben hacer el esfuerzo de hacerles sentir cómodos y seguros.
“Es de suma relevancia preparar al niño para la separación, ya que el desafío para familias de acogida es vincularse, pero estar disponibles para separarse rápidamente. En ese sentido, lo que se espera de una familia de acogida es que, sea una familia para el niño, pero entendiendo que tiene la dificultad de que viene de fuera y que hay que sanarlo”.
Cereceda agregó que en octubre se organizará una jornada de familias de acogida en Santiago, Valdivia y Puerto Montt, por lo que el Instituto se está poniendo en contacto con académicos de todo el mundo.
Además, en forma directa y a través de algunas agrupaciones como la Red de Institutos de Familia Latinoamericanos (REDIFAM), trabajan junto al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida –que es competente en materias que conciernen a la Sede Apostólica en cuanto a la promoción de la vida y el apostolado de los fieles laicos y recientemente el Dicasterio lanzó el Pacto Global de Familias donde el instituto de la USS incorporó la temática de las familias de acogida y adoptivas, incidiendo a nivel mundial.
Además, participan en un proyecto de Vinculación con el Medio con la escuela de Enfermería de la Sede De La Patagonia que busca aportar estrategias de cuidado especiales que tienen los niños, niñas y adolescentes en temas de higiene, salud, de alimentación, juegos, fonoaudiología, entre otros. Entregar lo que una familia debiera hacer con sus hijos, en ese sentido la exigencia para las familias de acogida es grande.
A partir de ese proyecto el Instituto de Estudios para la Familia, se encargará de crear guías de cuidados y de seguir impulsando estudios que ayuden a la labor de estas familias.