Gabriela Ortiz: “Le diría a los estudiantes que se sientan parte de una familia educativa que los cuida”

Conoce cada rincón del campus Los Leones de la USS. Hace clases a estudiantes de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo y, además, fue alumna y profesora del Santiago College, en ese mismo edificio. “Siento nostalgia al recordar la vida cotidiana escolar en estos espacios, pero también alegría al ver que se mantiene para fines educativos con gran parte de su estructura original intacta”, dice la académica.

Gabriela Ortiz es académica de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la USS, desde al año 2014, desde donde destaca la pasión de sus alumnos por conocer sobre la naturaleza.

Gracias a esas “coincidencias de la vida”, Gabriela trabaja en el campus Los Leones, el antiguo Santiago College, colegio donde pasó su etapa escolar. “Siento nostalgia al recordar la vida cotidiana escolar en estos espacios“, confiesa, “pero también alegría y orgullo al ver que se mantienen para fines educativos con gran parte de su estructura original intacta”, añade.

Su tiempo en el Santiago College no solo dejó recuerdos, sino también una profunda influencia en su carrera académica. Recuerda con cariño a los profesores que la inspiraron y apoyaron, subrayando y potenciando sus talentos desde la escritura literaria hasta la historia: su gran pasión. “Fue más que solo aprendizaje académico”, enfatiza, “también desarrollamos competencias artísticas y blandas que nos han ayudado en la vida”.

Hoy como académica, recorre esos mismos pasillos y recuerda esos momentos.  “Aprovechábamos los días soleados para clases en el pasto y disfrutábamos de una vida social activa entre compañeros”, recuerda.

En el marco de un nuevo aniversario de la USS, conoce aquí una nueva entrevista de “Tu historia, nuestros 35 años”.

-¿Cómo recuerda su primer día y su primer año trabajando en la Universidad?

Estaba algo nerviosa y muy expectante, ya que me había preparado harto para hacer estas clases. Venía de hacer docencia en colegio, en el Santiago College, donde estuve aproximadamente ocho años. Entonces, el cambio a la universidad como docente no fue menor. Recuerdo que me tocó hacer el ramo de “Historia, mitos y leyendas de Chile” a estudiantes de primer año. Eran chicos y chicas apasionados por la naturaleza, con ganas de conocer el mundo y conectarse con el entorno social y ambiental de una forma muy particular, algo que no me había tocado ver antes. Aprendí muchísimo de ellos y desde entonces nunca he dejado de aprender de estos chicos que siempre me sorprenden.

-¿Si tuviera que decirle algo a la Universidad qué le diría?

Que no pierda su espíritu de apertura y apoyo a los estudiantes que entran a estudiar aquí. Y que su sello de excelencia siga siendo no solo procurar tener profesionales de calidad, sino generar instancias y herramientas para ayudar a los estudiantes, sobre todo a aquellos que no han tenido muchas oportunidades en el pasado para surgir y salir adelante de la mano de formas humanas, que son claves para toda la vida. No se trata solo de educar con los conocimientos, sino también de educar en valores y modos que nos sirven para siempre. Y donde destaca el respeto y la empatía, la calidez humana y la capacidad de escuchar y comunicar efectivamente.

-¿Qué les diría a los estudiantes que vendrán en los próximos 35 años?

Que aprovechen al máximo todo lo que esta universidad les ofrece. Oportunidades para desarrollarse en actividades de liderazgo, en las prácticas profesionales, en los diversos encuentros que hacen literarios y artísticos. Los invito también a apoyarse en un cuerpo docente que está preparado para escuchar y ver la forma de ayudarlos dentro de las posibilidades que les dan.

-¿Qué le ha entregado la USS a su vida profesional?

Esta universidad me ha brindado un espacio para desarrollarme profesionalmente en muchos aspectos. Por un lado, asumiendo desafíos en cargos directivos, pasando por la gestión, por la coordinación académica, como también en calidad de docente liderando y participando en proyectos de Vinculación con el Medio y, por supuesto, como profesora en sala de clases trabajando con los estudiantes.

-¿Qué destaca de la Universidad en estos 35 años?

Destaco de la Universidad que tiene un espacio de infinitas oportunidades para una diversidad de universo estudiantil, peleando por su bienestar y por un aprendizaje efectivo. Es una universidad que se preocupa por el entorno también, es decir, por generar espacios que son cómodos para sus estudiantes, lo cual es clave en un ambiente o una atmósfera que fomenta el aprendizaje. Junto con ello, también ofrece la posibilidad de crear diferentes actividades para que se puedan desarrollar los estudiantes de una forma más transversal y, a su vez, se sientan parte de una familia educativa que los cuida, que los protege”.

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