La formación educativa es un trabajo continuo, constante, de evaluación permanente y de feedback necesario. Así lo entiende la U. San Sebastián (USS), que actualmente impulsa un proyecto de innovación curricular que asegure la idoneidad de sus planes de estudios a los tiempos que corren.
En total, 15 programas de pregrado y uno de Bachillerato trabajan en la modernización de sus mallas curriculares con miras al 2024, las que buscan representan tanto el sello de la Escuela, de la Facultad y la de Institución a la que pertenecen.
“El desafío es consolidar el sello distintivo USS que aporta al reconocimiento y desarrollo institucional. Cada carrera está en constante evaluación de sus planes de estudios. Es una condición para corroborar la calidad. Estos diagnósticos se traducen en acciones concretas, y en la necesidad de modernizar las mallas cuando sea necesario. Es un trabajo de larga data, que refleja los avances del conocimiento y reafirma el sello humanista cristiano de la USS”, explica Antonio Pujol, vicerrector académico de la U. San Sebastián.
¿Qué determina un cambio de malla? Para la USS la retroalimentación en vital. Por ello, cada diagnóstico de un plan de estudio también incluye la participación de actores externos, como empleadores y los propios egresados. Son éstos quienes reflexionan en torno a los conocimientos adquiridos en las aulas y las necesidades de la industria. Es entonces cuando los cambios se hacen pertinentes.
La actual modificación de mallas -que no se queda en un ajuste puntual de asignaturas, sino que contempla el programa en su conjunto- suma tres líneas relevantes de acción:
“La modernización de mallas es un proceso continuo. Como Universidad nos es relevante estar en línea con los tiempos, con los desafíos globales y necesidades que tiene el país y lo que requieren las distintas industrias. Por ello, cada unidad visualiza constantemente su desempeño. La USS quiere asegurarles a quienes confían en nosotros, que la formación integral recibida es la que requiere el mundo hoy”, concluye Pujol.