Luisa Villar: la “lucha” por consolidar el deporte paralímpico en Perú

La profesora de Educación Física Luisa Villar, egresada del Magíster en Actividad Física y Deporte Adaptado USS, lleva 30 años trabajando por los deportistas paralímpicos, y el año pasado fue reconocida como una de las 50 mujeres más influyentes del Perú en sus campos de acción.

Luisa Villar escuchó por primera vez del deporte paralímpico en los 80’s. Estaba en la localidad de Los Órganos, un municipio cerca de Máncora, en el norte del Perú, cuando se cruzó con unos deportistas paralímpicos que, sin recursos para viajar por avión, se movilizaban por carretera a los Juegos Panamericanos de Venezuela. “Ahí conocí a uno de los primeros medallistas paralímpicos de mi país”, dice.

 

Desde entonces, esta profesora de Educación Física, distinguida por Forbes como una de las 50 mujeres más poderosas e influyentes del Perú, ha estado involucrada en diferentes iniciativas e instancias que buscan concientizar a la sociedad peruana sobre los deportes paralímpicos. Preside la Asociación Nacional Paralímpica del Perú y, como parte de su proceso de especialización, decidió estudiar el Magíster en Actividad Física y Deporte Adaptado, de la Universidad San Sebastián.

 

“Yo había tomado un diplomado sobre derechos de las personas con discapacidad. Pero quería ahondar más en el tema deportivo, y no encontraba algo especial en deporte adaptado. Entonces, ya había decidido tomar un magíster en educación, cuando el Dr. Felipe Castelli del Comité Paralímpico Brasileño me recomendó este magíster que se imparte en Chile. Con el apoyo del director del programa, Dr. Cristian Luarte,  pude inscribirme en una nueva versión que, debido a la pandemia, se ofrecía virtual”, señala.

 

Lucha, como es reconocida por su entorno, trabaja hace más 27 años en un colegio de Lima, donde enseña deporte adaptado a niños sin limitaciones físicas. Juegan goalball, fútbol para ciegos (con los ojos tapados), básquetbol en silla de ruedas, entre otros. “Realizamos actividades de empatía sobre el deporte paralímpico para que aprendan un poco, en este colegio totalmente convencional, pero considerando que todos podrían tener a alguien en situación de discapacidad”, señala.

 

En el año 2003, le pidieron recaudar fondos para llevar deportistas paralímpicos a Atenas. Consiguió el objetivo y viajó como jefa de misión. “Esa fue una lección de vida. Ver a deportistas con discapacidad haciendo tantas cosas de manera independiente. Y ahí me pregunté por qué en Perú no teníamos un comité paralímpico. Entonces presenté un informe ante el Instituto Peruano del Deporte”, relata Villar.

 

La Asociación Paralímpica -que luego sería reconocida internacionalmente como el Comité Paralímpico del Perú– se formó recién como parte de los preparativos para los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Lima 2019. El registro oficial salió el 10 de diciembre de 2015, en el día del cumpleaños de Lucha. Y ella se convirtió en su flamante presidenta.

 

Para entonces, Perú ya tenía ocho medallas olímpicas, incluidas las cinco del nadador Jimmy Eulert, y Lucha había estado todos esos años buscando las formas de conseguir más apoyo, entrenando y clasificando para atletas, incluso para Beijing 2008.

 

Una vez constituida la asociación, los desafíos eran cada vez mayores. Había que conversar con todas las federaciones olímpicas, en cada rama del deporte, para ir convenciéndolos de la necesidad de integrar el deporte paralímpico. “Nuestra función es que más federaciones olímpicas empiecen a desarrollar el deporte paralímpico”, explica Lucha. Los primeros deportes que se sumaron en esa travesía fueron bádminton y taekwondo.

 

El camino recorrido y por recorrer

“En Perú partimos al revés. No había nada. Ahora tenemos las federaciones que realizan el para deporte en bádminton, taekwondo, tenis, tenis en silla de ruedas, tiro con arco, remo, ciclismo, la Federación de personas con discapacidad física y la Federación de personas con discapacidad intelectual. También estamos asociados con las federaciones de pesas, atletismo, natación y tiro, quienes nos apoyan con instalaciones para poder entrenar. Eso ha sido el proceso de todos estos años”, señala.

 

Sin embargo, Lucha no se cansa de pelear por los derechos de los para deportistas, y no solo eso. Comenta que los municipios no tienen programas para deportivos en los colegios. “Hay más de 250 Centros Educativos públicos, con más de 17.000 chicos con discapacidad que no hacen actividad física, porque de forma natural se les exime de la clase de educación física. Y eso hay que cambiarlo”, remata.

 

Ahora, con una asociación ya consolidada, se prepara junto a sus seleccionados para participar de los Parapanamericanos Juveniles, y está buscando fondos para poder viajar a Bogotá, ya que no cuentan con el presupuesto total del Estado.

 

Luego vienen los Parapanamericanos 2023. En noviembre viajará a Chile con el equipo de goalball femenino, fútbol para ciegos, tres competidores de para Taekwondo y dos en tiro con arco, mientras esperan más cupos para otros deportes. “Un orgullo”, dice ella, pues es primera vez que clasifica con dos equipos de deportes colectivos. Nuevamente, buscará conseguir medallas paralímpicas para su país, e intentará batir el récord de 15 medallas que alcanzaron en Lima 2019.

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