Para medir la distribución del ingreso dentro de un país habitualmente se utiliza el coeficiente de Gini, que fue creado por el estadístico italiano Corrado Gini, en 1912.
Para medir la distribución del ingreso habitualmente se utiliza el coeficiente de Gini, el que se construye a través de una función conocida como curva de Lorenz, que ordena a la población de menor a mayor ingreso, indicando qué porcentaje del ingreso nacional se va acumulando paulatinamente.
En qué consiste y cómo se calcula el indicador, son preguntas que aclara el académico Francisco Aravena de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián.
Para obtener la medida se compara esta curva, que es obviamente distinta para cada país, con una medida “ideal”, que sería la medida de equidad perfecta, es decir como si todos los individuos de una sociedad recibieran lo mismo. Luego, al comparar, se obtiene un índice que va desde 0 a 1, siendo cero la “equidad perfecta” y 1 la peor medida de distribución, por eso mientras más cerca de 1 es el Gini de un país, más desigual es.
Según los últimos datos del Banco Mundial, Chile es el 7° país con la peor distribución con un Gini de 46.6, datos que coinciden con los últimos informes de la OCDE. Si bien existen muchos países inicialmente desiguales, lo más preocupante de Chile es que esto no mejora después de impuestos, las políticas de redistribución no son eficientes y nuestro Gini es similar antes y después de este filtro.
Hay que considerar que el coeficiente de Gini es una medida estática, y no refleja los datos sobre la movilidad social, donde otros indicadores a disposición podrían ser de una mayor utilidad y donde Chile sí tiene un mejor desempeño.