Muchos aprendimos en algún momento que “Filosofía” se compone de las palabras griegas philo (amor) y sophia (sabiduría). Aunque quizás para varios el recuerdo llega hasta ahí, no sin razón es una de las disciplinas más antiguas, que explora persistentemente los principios que guían nuestra existencia: la vida, los valores, la razón, la verdad. En esta búsqueda, siempre vigente, la Universidad San Sebastián impulsa un nuevo enfoque en investigación filosófica.
Con la configuración de un núcleo de investigación de frontera, la Universidad busca profundizar en estas cuestiones esenciales y aplicar sus hallazgos de distintas maneras en beneficio del bienestar social, el debate político, las políticas públicas, entre otras dimensiones de la realidad y las experiencias humanas individuales y colectivas. Con este foco, el Instituto de Filosofía se reorganiza como un centro orientado a la investigación de alto nivel, especialmente en áreas de filosofía práctica, filosofía política y ética, e historia de la filosofía, con atención a cómo estos campos interactúan con las realidades actuales y los problemas éticos emergentes.
“El Instituto aspira a convertirse en un referente en la investigación filosófica de punta y un espacio para promover el pensamiento crítico y la reflexión sistemática dentro de la Universidad, frente a los problemas contemporáneos”, dice el Dr. Eduardo Fuentes, director del Instituto de Filosofía, subrayando que “esta investigación debe ir de la mano con la docencia y la formación de nuestros estudiantes”.
De esta manera, la filosofía en la USS busca situarse, más allá de la disciplina académica, como un prisma a través del cual examinar y abordar las diferentes problemáticas y/o controversias desde los fundamentos de las diversas posiciones.
Para llevar a cabo este trabajo, el Instituto y el Doctorado en Filosofía reúnen a una nueva generación de investigadores en esta disciplina que lideran proyectos con financiamiento Fondecyt y son reconocidos en sus respectivas áreas de estudio.
Eduardo Fuentes se centra en el estudio de la tolerancia, analizando cómo la filosofía puede ayudar a resolver conflictos sociales mediante una comprensión más profunda de este concepto y su aplicación en diversas situaciones sociopolíticas. Su trabajo proporciona una base para el debate público y las políticas de inclusión social. En tanto, Javier Echeñique, director del Doctorado, explora la filosofía clásica, los fundamentos de la ética y el libre albedrío. Su investigación profundiza en cómo los principios filosóficos a lo largo de la historia pueden ser aplicados para entender y mejorar nuestro enfoque hacia cuestiones morales contemporáneas.
Entre los investigadores recientemente incorporados al Instituto, José Antonio Errázuriz aborda temas como la soberanía, la enemistad y los conflictos intergeneracionales, explorando cómo estos aspectos se relacionan con las estructuras de poder y autoridad desde una base filosófica y sociológica. Asimismo, Rafael Simian profundiza en el estudio del pensamiento medieval y la filosofía de principios de la modernidad, con interés en el misticismo y el arte, proporcionando observaciones sobre cómo los conceptos de belleza y espiritualidad influyen en nuestras interpretaciones modernas de la cultura.
Por su parte, los doctores Ángel Gordo y Cristián Hodge abordan, respectivamente, la sociedad y cultura hispánica medieval y moderna, y la interacción entre ética y economía explorando conceptos como justicia, fraternidad y bien común.
El Dr. Eduardo Fuentes hace hincapié en que el Instituto de Filosofía busca colaborar estrechamente con otras unidades académicas, tales como Historia, Derecho y Medicina, y más allá. “Un claro ejemplo de esta sinergia es el grupo de estudio de pensamiento económico, donde filósofos e historiadores se unen para ofrecer reflexiones humanistas sobre fenómenos económicos, iluminando debates actuales con perspectivas éticas y políticas arraigadas en la filosofía”, detalla.
Este fortalecimiento del Instituto de Filosofía permite, además, dar sustento al claustro de profesores que integran el Doctorado en Filosofía, traspasando también su enfoque aplicado y puentes interdisciplinarios. Dirigido por el Dr. Javier Echeñique, este programa representa un esfuerzo significativo para integrar la investigación de vanguardia con la formación avanzada. “De igual forma que el Instituto, la nueva malla del Doctorado que hemos formulado integra el enfoque teórico y su aplicación a problemas concretos, de la vida cotidiana”, puntualiza el Dr. Echeñique.
También son parte de este renovado impulso investigadores como Bernardo Aguilera, de la Facultad de Medicina y Ciencia, y Joaquín Reyes, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Asimismo, académicos como Paulina Taboada, cuya especialización en bioética aporta una perspectiva relevante sobre los dilemas éticos en la medicina y la salud pública, Carlos Isler y Diego Pérez, estos últimos desde la sede Valdivia, entre otros académicos y académicas que enriquecen el discurso y el diálogo filosófico en la Universidad.
Con un equipo de investigación diverso y de primer nivel, la USS busca no sólo fomentar el conocimiento filosófico teórico, sino aplicarlo en formas que impacten positivamente en la sociedad y fomenten una comprensión más profunda y reflexiva de las complejidades del mundo moderno.