A nivel global, la Educación Basada en Simulación (EBS) en ciencias de la salud ha tomado fuerza. Una metodología activa de enseñanza-aprendizaje que, gracias al uso de equipos de simulación y biotecnología real, permite a los estudiantes del área de la salud enfrentarse a escenarios clínicos y experiencias cercanas a la realidad, lo que les da la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos en un entorno seguro, antes de realizar su internado en los centros asistenciales.
Esta experiencia permite al estudiante ser protagonista de su aprendizaje, guiado por un docente en rol de facilitador. Permite la reflexión individual y grupal, se realiza una evaluación de resultados en contexto estandarizado y favorece no solamente el desarrollo de competencias técnicas de la práctica profesional, sino que apoya el desarrollo de competencias profesionales complejas.
Los Centros de Simulación Clínica e Innovación en Salud están presentes en las cuatro sedes de la Universidad San Sebastián en: Santiago, Concepción, Valdivia y De la Patagonia (Puerto Montt) y a nivel nacional considera una infraestructura de más de 4 mil metros cuadrados.
Vanessa Uribe es estudiante de tercer año de Obstetricia USS en el campus Los Leones, y este semestre le corresponde asistir dos veces por semana al centro. “Mi experiencia ha sido super buena, nunca he tenido un problema”, comenta la joven quien destaca la calidad docente. “Los académicos son súper entregados y excelentes a la hora de enseñar, con una gran voluntad a la hora de explicar. Esto es muy gratificante porque permite que todas podamos participar de las distintas simulaciones y poner en práctica nuestros conocimientos”.
La Unidad de Simulación e Innovación en Salud USS está compuesta por un equipo multidisciplinario de educadores, actualmente cuenta con 51 académicos de planta, de múltiples carreras de la salud, los cuales recibieron formación especializada en Educación Basada en Simulación, asegurando la idoneidad en la conducción de simulaciones de alta calidad. Durante el primer semestre de 2024 se realizaron, además, 13.069 simulaciones, lo que es equivalente a 23.970 horas de diferente nivel de complejidad.
Respecto a la importancia de la educación basada en simulación, la estudiante de Obstetricia señala que “este método es sumamente relevante porque de esta manera cuando tengamos que enfrentarnos a nuestros internados estaremos mucho mejor preparadas y tendremos los conocimientos y las habilidades necesarias para realizar nuestra labor de la mejor manera posible”.
Agrega que “en el centro nos encontramos con escenarios muy realistas, en contextos hospitalarios, de atención primaria en salud, entre otros, y existe una gran cantidad de insumos disponibles para poder practicar antes de someternos a un escenario real”.
Los distintos centros cuentan con: pabellones de cirugía, salas de emergencia, unidades de paciente crítico, salas de hospitalización y salas de habilidades motoras; simuladores de características humanas de alta tecnología, simuladores por partes y simuladores basados en software, así mismo, dispone de biotecnología real e insumos hospitalarios para el aprendizaje experiencial de los estudiantes.
Bárbara Armijo, quien cursa su cuarto año de Enfermería, comenta que “en simulación se ha potenciado el trabajo de un equipo multidisciplinario y en caso de necesitar a una nutricionista o un médico, por ejemplo, no es necesario que nosotras simulemos esa labor, sino que efectivamente participa un estudiante de dichas carreras, lo que considero que es súper enriquecedor para nuestro conocimiento y aprendizaje”.
Los tiempos actuales exigen una formación práctica integral sin poner en riesgo la seguridad psicológica de los estudiantes en el proceso de aprendizaje ni la salud de los pacientes, consciente de esta necesidad, la USS decidió avanzar en la calidad y complejidad de su infraestructura, potenciar la tecnología y profesionalizar su cuerpo docente en el campo especifico.
“La mayoría de las carreras de la salud hicieron rediseño de sus mallas curriculares, incorporando más actividades de simulación, por lo tanto, debemos crecer en infraestructura, hacer escalamiento tecnológico y diseñar simulaciones cada vez más cercanas a la realidad. Asimismo, es necesario ofrecer comodidad y bienestar del cuerpo académico, creamos salas de educadores en cada centro de simulación”, comenta Andrés Díaz-Guio, director general de Simulación e Innovación de la Universidad San Sebastián.
Este año se iniciaron obras en sus cuatro sedes, que permitirán tener un crecimiento estructural del 23% en simulación, pasando de tener 3.619 m2 a 4.456 m2 construidos, permitiendo a capacidad máxima ofrecer cerca de 2.5 millones de horas estudiante año, lo cual asegura la disponibilidad de espacios y recursos para una formación de alta calidad.
“El nuevo modelo de simulación de la USS apunta a la excelencia, siendo coherentes con esta intención, la Unidad de Simulación e Innovación en Salud se encuentra actualmente dentro de un proceso de acreditación internacional en sus cuatro centros de simulación con la agencia de la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica, estándar que esperamos alcanzar antes de finalizar el 2024”, destaca el Dr. Díaz-Guio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la seguridad del paciente exige que los profesionales de la salud estén altamente capacitados y que se lleve a cabo educación permanente.
Actualmente la Universidad trabaja en la implementación de un nuevo proyecto de simulación de alta complejidad y tecnología destinado al postgrado en el Campus Bellavista, sede Santiago. Se trata de un Centro de Simulación Avanzada de 1.095 m2, destinado a la simulación de postgrado y al entrenamiento de equipos clínico-quirúrgicos de alto rendimiento. Constará de un auditorio, un pabellón general, un pabellón de cirugía robótica, una sala de terapia intensiva de adultos, una sala de emergencias, una sala de terapia intensiva pediátrica, una sala de terapia intensiva neonatal, cuatro de salas de habilidades motoras y además un laboratorio creativo que permitirá hacer investigación educativa e innovación de alto nivel.
Este proyecto liderado por el Dr. Díaz-Guio pretende ser un aporte a la mejora de la atención en salud y a la seguridad del paciente para el país y para la región.