Profunda vocación
Su pasión por el conocimiento. “Era un conocedor excepcional del vasto patrimonio cultural chileno, que abarcaba una amplia gama de disciplinas, desde las artes hasta la bibliografía, los archivos, la arquitectura, la naturaleza, las humanidades y la historia. Su erudición trascendía las páginas de las grandes obras de la literatura histórica, como la Araucana o la Histórica Relación del Reino de Chile, y se manifestaba también en su profundo compromiso con la conservación del patrimonio, donde destacaba como gestor, experto en artes visuales y educador”, relata Carlos Maillet, director de la Licenciatura en Arte y Conservación del Patrimonio.
“Desde su infancia, se vio influenciado por la labor de su padre, un renombrado ebanista que colaboró con destacados decoradores chilenos en la creación de muebles de madera de alta calidad. Esta conexión directa con el arte le brindaba una perspectiva singular y despertaba en él una preocupación genuina por la formación de más personas, especialmente jóvenes, en este campo. Para Don Luis, la preservación y difusión del patrimonio cultural no solo constituían una cuestión de identidad nacional, sino también una inversión en el futuro de la nación” agregó.
De hecho, donó a la Universidad un valioso patrimonio, constituido por libros, documentos, fotografías y planos que forman parte del Archivo Patrimonial De la Patagonia, como la primera obra histórica y descriptiva de Chile, “Histórica Relación del Reyno de Chile”, del padre Alonso de Ovalle. Así como la réplica del retrato de Pedro de Valdivia, hoy en el Campus Ciudad Empresarial, las imágenes del Vía Crucis, los ángeles de altar y Jesús crucificado, uno de los aportes más recientes a la Parroquia Nuestra Señora de la Victoria, en el Campus Bellavista.
“Luis Cordero fue un gran amante de las humanidades. Gustaba de la pintura y de la música, y tenía una verdadera pasión por la historia. Estaba convencido de la importancia de la universidad como centro de investigación y pensamiento, y como foco de irradiación de la cultura. En la última década fue el motor del proyecto “Historia de Chile 1960-2010″, obra colectiva de la Universidad San Sebastián, de la cual van publicados nueve tomos a la fecha. Estimaba necesario estudiar de manera rigurosa el último cuarto del bicentenario, para conocer y comprender mejor no solo esa época sino también el Chile de hoy. Era un proyecto al que le puso corazón, cabeza y del cual, felizmente, pudo ver resultados concretos a través del tiempo”, menciona Alejandro San Francisco, historiador y director general de este proyecto.