Alertados por una familia residente del sector de Piedra Azul en la Carretera Austral, funcionarios de Seguridad Ciudadana rescataron y transportaron a ejemplares del marsupial hasta las oficinas del Servicio Agrícola y Ganadero en Puerto Montt, organismo que derivó a los animales hasta el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (Cerefas) de la Universidad San Sebastián.
Los pequeños marsupiales estaban en una leñera, refugiados dentro de un tronco, el que tenía como destino una estufa a leña. Allí se preparaban para hibernar una hembra adulta y sus dos crías, ambas juveniles.
Tras recibirlas en el recinto universitario, la profesional a cargo y académica de la carrera de Medicina Veterinaria en la sede De la Patagonia, Cinthia Bustamante, informó que las jóvenes crías se encontraban en proceso de acumulación de reservas en la base de su cola, preparándose para entrar en estado de “sopor” durante el invierno.
Explicó la especialista que esta adaptación fisiológica les permite reducir su tasa metabólica y temperatura corporal, un estado que puede durar desde horas hasta meses, dependiendo de las condiciones ambientales.
Generalmente éste estado natural dura la época de invierno, donde las temperaturas son bajas y la disponibilidad de alimento es menor.
Los pequeños marsupiales recibieron hidratación con suero junto a una dieta rica en proteínas de insectos y frutos, esencial para que acumulasen reservas necesarias para enfrentar el invierno en óptimas condiciones.
Bustamante destacó el rescate para preservar la fauna nativa local. “Es un ejemplo de cómo el cuidado y la intervención adecuada pueden marcar la diferencia en la conservación de nuestra fauna silvestre”, puntualizó.
Los monitos fueron trasladados a una zona con alta presencia de Quila del Parque Alerce Andino, donde fueron reintroducidos a su hábitat natural por un equipo del SAG, estudiantes y personal del Cerefas USS, y un equipo de Conaf.
Previamente, los estudiantes prepararon refugios de madera, los cuales pusieron sobre árboles acompañados de una cámara trampa, con la que esperan conocer en un mes más, los hábitos de los pequeños monitos del monte.