Teoría llevada a la práctica. La creatividad de los estudiantes USS toma forma en el Programa Territorial Hito Más Comunidad bajo la línea de trabajo Integración y desarrollo territorial liderado por la académica Anita Jara. En ella, los jóvenes contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas por medio de soluciones constructivas. En concreto, diseñaron una vivienda industrializada con accesibilidad universal.
Lo anterior, en el marco del Proyecto Colaborativo de VcM Vivienda Patagual, que contribuye al Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno de Chile.
“Mediante un innovador programa tripartito e interdisciplinario entre el sector privado, los organismos públicos y la academia, este Proyecto Colaborativo está siendo ejecutado por académicos y estudiantes de las carreras de Arquitectura, Ingeniería Civil, los Magíster en Gestión de la Construcción y Sustentabilidad y en Ingeniería Industrial de la USS, junto a la empresa Patagual Home SpA. El proyecto de diseño no sólo consideró la estética y funcionalidad, sino también estar arraigado en el bienestar social de quienes no cuentan aún con su solución habitacional definitiva, trascendiendo las soluciones convencionales, incorporando estrategias que fomenten la flexibilidad, el sentido de pertenencia y ciudadanía”, explica la académica.
En concreto, y en el marco del proyecto VcM, los estudiantes del Taller de Proyectos Colaborativos de la Escuela de Arquitectura, Benjamín Leiva, César Soto, Kevin Gavilán, Francisco Valenzuela y Javier Lara presentaron la denominada Casa Lafken, luego de un proceso de un semestre, que contempló visitas a la planta de Patagual Home, donde pudieron ver la fabricación de componentes y módulos y realizar reuniones semanales en las oficinas de la empresa. Además, tuvieron la experiencia de ver el montaje de tres viviendas en terreno. “Desarrollaron el proyecto arquitectónico y la coordinación con los proyectos de ingeniería, electricidad, agua potable y alcantarillado hasta dar con una propuesta que ingresará ahora a certificación, todo en el marco de los subsidios habitacionales DS10 y DS49”, añade Jara.
El proyecto contempla una superficie construida de 59 m², cuenta con 2 dormitorios, 1 baño con plato de ducha y una zona común con una cocina abierta que permite amplitud visual y una circulación óptima. Cada uno de los recintos considera estándares de accesibilidad universal, como radios de giro de una silla de ruedas y las áreas de uso del mobiliario. Se construye usando dos módulos industrializados, uno con las áreas secas de la casa (dormitorios) y otro con las áreas húmedas (baño-cocina), de manera que la conexión sanitaria sea más sencilla. Se estructura por muros, tabiques de pino radiata 2×4 y en el techo, considera un módulo a un agua y otro con techo escondido, de modo que se acorte el tiempo de montaje in situ. Además, se asegura una buena aislación térmica con el uso de lana de vidrio en muros, piso y cielo. La decisión de los materiales se basa en la rapidez de montaje, duración, resistencia y buen comportamiento ante los esfuerzos a los que se someterá cuando sea montada por una grúa.
Al respecto, Gonzalo Sanhueza, jefe de la Oficina de Desarrollo de Proyectos de Patagual Home, afirma que “el equipo de Arquitectura USS asumió un rol profesional de trabajo colaborativo y complejo, ya que el sistema constructivo modular que nuestra empresa desarrolla es mucho más avanzado que la construcción tradicional con la que uno se educó años atrás. Estos jóvenes respondieron satisfactoriamente el encargo entregado y con mucho agrado podríamos repetir la iniciativa de integración de la USS”.
Sobre esta experiencia, el estudiante de Arquitectura, Javier Lara, destaca que “se trató de un acercamiento muy profundo a la realidad, además de ser una oportunidad única de trabajar en sistemas constructivos industrializados. El tema de la industrialización implicó que la arquitectura, estructura y sistemas tenían que diseñarse casi en paralelo, por lo que la buena comunicación con la empresa fue clave para llegar a un resultado que luego ellos podrán materializar. A esto se suman las visitas a la fábrica, a terreno durante montajes y reuniones con distintas especialidades que iban sumando complejidad al entrar en el detalle técnico. Fue un semestre intensivo, pero se logró gracias a la distribución de trabajo entre los integrantes del grupo y la experiencia que nos dio la empresa”.