Se genera debido a que la Región del Biobío, es la segunda a nivel nacional con más habitantes con sobrepeso u obesidad, con un 78% de personas en esta condición. Además, un 69% de los habitantes de la zona es sedentario, según datos de la OCDE.
También se registra que el 77% de las personas que se atienden en los Centros de Salud Familiar (Cesfam) de la región están diagnosticados con hipertensión arterial, 33% con Diabetes Mellitus y 47% con dislipidemia.
La Región del Biobío supera al promedio nacional en tasas de mortalidad por ataque cerebrovascular, lo mismo que sucede con las tasas de mortalidad por infarto agudo al miocardio, así como también muestra alta prevalencia de factores de riesgo para desarrollar Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), asociadas al bajo consumo de alimentos con nutrientes protectores.
Promover hábitos de vida saludables mediante la promoción de la salud, la innovación alimentaria y el fomento del consumo de alimentos funcionales que contribuyen a mejorar la calidad de vida y disminuir las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) de los habitantes de la Región del
Biobío, considerando el actual perfil epidemiológico regional y nacional.
Promoción de la salud y la calidad de vida: promover hábitos y estilos de vida saludable mediante estrategias que contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar en salud integral considerando los efectos beneficiosos sobre la protección de la salud.
Desarrollo e innovación en salud y alimentación: proponer nuevas estrategias para resolver problemáticas de salud pública y necesidades del entorno, a través de la aplicación de los principios de la innovación pública, creación colaborativa, personas al centro, enfocada en la implementación,
basado en evidencia y enfoque multidisciplinario.
Política pública en salud: proponer, diseñar y promover políticas públicas en temáticas de alimentos, salud integral y calidad de vida, orientadas a mejorar la salud de la población de la Región del Biobío.