Chile dispone de 14,4 millones de hectáreas de bosque nativo y 3,1 millones de hectáreas de plantaciones, cuyas especies son vitales para la absorción de los gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático, hoy entendida como crisis climática, más aún cuando el país, debido a su ubicación geográfica, está entre las diez naciones del mundo que se verán más afectadas por este fenómeno.
Las áreas naturales, que incluyen bosques, parques, humedales y corredores verdes urbanos, entre otros, ofrecen un conjunto invaluable de beneficios ecosistémicos: producen oxígeno, almacenan CO2, purifican el aire, forman suelos fértiles y evitan la erosión de estos, mantienen los ríos limpios, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la flora y fauna, regulan el clima, reducen desastres naturales, embellecen y mejoran el paisaje y promueven la educación y el uso recreativo, entre otros servicios ambientales.
Estas áreas viven una creciente amenaza, producto de la expansión de la población y el cambio de uso para el desarrollo de actividades económicas que las eliminan o reemplazan para el emplazamiento de asentamientos urbanos, generar áreas de pastoreo para la ganadería y plantaciones forestales y agrícolas.
Además de la conservación, los parques son espacios públicos esencialmente democráticos, son lugares para educarnos ecológicamente, para favorecer la salud física y mental, e impulsores del desarrollo económico asociado a la actividad turística, ya que fomentan la valoración de la identidad cultural y son poderosos incentivos para cuidar del patrimonio natural.
En este contexto, para contribuir y fomentar la conservación, educación y estudio de estas áreas de manera integral, la Sede De la Patagonia viene trabajado colaborativamente con organizaciones del mundo público, privado, civiles y del ámbito científico y comunitario, para desarrollar el Programa Territorial Hito: Más Parques.